En 1988 un delgado, espigado y calvo jugador talquino debutaba en el fútbol profesional con Rangers, si bien, en ese año no jugó tantos partidos, los minutos que estuvo en la cancha le sirvieron para agarrar experiencia y así cimentar una extensa y exitosa carrera deportiva.
Solo tres años en Rangers le bastaron para demostrar el gran futbolista que era. Tras cumplir grandes actuaciones con el rojinegro, Unión Española se fijó en él llevándoselo a Santa Laura. Con el cuadro hipsano fue campeón en la Copa Chile de 1992 y jugó la Copa Libertadores de 1994.
En el elenco de la Plaza Chacabuco, dejó una huella imborrable, lo que permitió que elencos del extranjero lo quisieran con urgencia. Unión Española sabía del diamante que tenía, y no tardó en venderlo al Fútbol Colombiano. En el país cafetero, fue campeón y goleador con Junior de Barranquilla, también la «rompió» en Deportes Tolima.
Luego se iría a México para jugar en Santos Laguna, Necaxa y Cruz Azul Hidalgo, en Norteamérica también levantaría copas y marcaría varios goles.
Con el Necaxa tendría quizás su mejor experiencia. En el año 2000, jugó el primer Mundial de Clubes, marcando dos goles, uno de ellos de tiro libre al poderoso Manchester United.
Luego, Emiratos Arabes y Qatar sabrían de su calidad. En el Fútbol Chileno, además de Rangers, Unión Española y Temuco, los cuadros de Deportes Concepción, Colo Colo y San Marcos de Arica, supieron de sus goles.
El delantero retirado en el 2009 cuando jugaba en San Marcos de Arica, comentó, que si bien no tuvo tanta participación en cancha, el ascenso con Rangers en 1988, fue una instancia muy importante de su carrera.
«Fueron mis primeros años como profesional, y lo recuerdo mucho porque me encontré con gente que en el fútbol generalmante no te tratan bien, porque, el jugador antiguo era mucho más pesado que el jugador de ahora, costaba mucho más ganarte un puesto, y yo al final de todo me acomodé y logré lo que quería, que era llegar al camarín principal, además, aportando con algo. No jugué mucho ese año, porque, era lógico, tenía 17 años, pero, compartí, estuve en la banca, salía, después se me hizo más fácil, porque quedé con un plantel que era la base, y después en primera, pude estar a la cabeza de lo que era la campaña, y pude hacer bastantes goles».
El cuadro rojinegro fue el primer equipo profesional de Cristian Montecinos, sin embargo, no solo a Rangers le tiene cariño, el «pelado», confiesa, que, Concepción, también es otro de los clubes que le tiene un gran respeto, por lo que se alegra que esté de regreso en el fútbol profesional.
«Es una alegría inmesa, porque siempre fue injusto que «Conce» estuviera en la situación que está, lamentablemnete por gente que se robó el club, así de claro y así de simple, tuvo muy malos manejos, yo estuvé en la última crisis, la cual se fue el equipo y se cortó las alas para poder seguir y para poder tener un equipo como era «Conce», jugando en primera. Creo que era como un escarmiento que querían darle a un club, y justo lo escogieron al «Conce». Para mí, Carlos Soto, siendo la persona que en ese momento tenía que defender a los jugadores, nunca defendió a los jugadores, defendió la postura que el quería para lograr otras cosas, y eso llevó a que el club, hoy, después de muchos años, naciera otra vez, empezara de cero. Creo que lo han hecho bien, pero, también pienso que hay que trabajar mejor, conozco la interna del club, y creo que hay que trabajar mejor profesionalmente. Yo se que la gente que está hoy, es gente que hizo mucho por el club, trabajó para que estuviera ahí, pero, no solo eso, hay que saber también de fútbol, saber como se maneja en muchos aspectos, y creo que en esa parte les hace falta un asesor importante, ya sea como dirigente, presidente, gerente deportivo, pongámosle el cargo que sea, pero, creo que ahí es donde flaquea hoy el club».
En el 2004, el delantero talquino regresó a la tienda piducana, jugando en primera división, Cristián Montecinos marcó varios goles, sin embargo, algunos inconvenientes que tuvo con los dirigentes, lo obligó a tomar la decisión de salir del club antes de que terminara el campeonato.
«Me vine a Chile después de muchos años dando vuelta en el mundo, y no haciendolo mal, yo ya estaba un poco saturado de estar lejos de mi casa, y pensé de mala manera, porque voy a ser sincero, fue una mala decisión haberme vuelto tan rápido, me debería haber tardado un par de años más, porque estaba muy cómodo en Emiratos Árabes, estaba muy feliz, podría haber jugado en muchos más equipos, y me vine por eso, y la verdad que no fue un acierto por muchas cosas, primero, porque llegué a un club donde habían carencias que sabía que me iba a encontrar, pero, también habían decisiones que eran malas, contratando técnicos que quizás no eran los adecuados para el club. Con mi experiencia traté de aportar lo que podía y lo que quería que fuera, pero, al final terminé discutiendo con gente que no entendía mucho lo que querÍa expresar, y también lo que quería que el club fuera. En ese aspecto, no fue un acierto haberme regresado, lo hice por el cariño y por lo que hice desde el principio en Rangers, y por lo que fue para mí, que fue darme la chance de poder jugar, Rangers me abrió la puerta y por eso regresé».
El ariete hizo una gran carerra, pero, a pesar de todo, siente que hubo dos cosas que le faltaron por hacer en el fútbol.
«Haber jugado un mundial, y quizás podría haber sido importante para mí haber jugado en Europa, tuve la chance varias veces, pero, no se dieron por tema económico y por temas que tenía que salir a un club. Cuando estaba en Junior me iba a ir a jugar a Alemania, pero, el Junior de Barranquilla no me quiso vender, entonces, hubo cosas que se trabaron y no se dio la chance de poder ir. Esas son las cosas importantes que me faltaron».
El delantero talquino marcó 278 goles y defendió a la Selección Chilena en cuatro partidos de la Copa América de Colombia 2001, anotando tres goles, y en cuatro encuentros de las Eliminatorias de Corea y Japón 2002. Hoy, el artillero, reside en la Región de La Araucanía, y es un importante empresario dedicado al rubro de las propiedades.