El Coronavirus está afectando a varios equipos del Fútbol Chileno, situación que ha derivado en la suspensión de una gran cantidad de partidos debido a los casos que se han dado en algunos clubes de la Primera División y la Primera B.
En la División de Plata del balonpié criollo, uno de los equipos que más mal la ha pasado en este sentido es Ñublense, el cuadro chillanejo ha sufrido con el Coronavirus, llegando a tener 6 casos, incluido el propio Director Técnico, Jaime García.
Precisamente, el entrenador, fue uno de los más complicados con el Covid-19, estando, incluso, hospitalizado y conectado a un ventilador mecánico producto de las dificultades respiratorias que le generó el virus.
El 10 de diciembre el club informó de los casos de Coronavirus, no obstante, al tercer día, Jaime García comenzó a notar los síntomas.
En conversación con LUN, el estratega de Ñublense, dio a conocer detalles de lo que fueron sus días con Covid-19, siendo categórico al respecto.
«El sábado y domingo me empecé a sentir mal, el lunes en la mañana no podía respirar. Martes y miércoles pensé que me moría. Me atacó y estuve hecho bolsa».
En entrenador de los “Diablos Rojos”, sostuvo que su situación era compleja. «Estuve en la UCI conectado a un respirador mecánico que me iba dando el oxígeno que necesitaba a través de una cánula. Tenía los pulmones con neumonía».
García estuvo en una sala junto a otros casos antes de poder salir del hospital. «La viví muy mal, imagínate que de ocho metidos en una sala se me fueron dos viejitos. De repente empecé a depurar bien y mis pulmones reaccionaron, y ya el viernes en la noche me sentí bien. El lunes me dieron de alta».
Al momento de salir del recinto asistencial, el Director Técnico de la “Longaniza Mecánica” dijo haberse emocionado por salir con vida.
«Lloraba cuando salí sano del hospital (…) adentro uno está lidiando con la muerte, todos los días pensé que iba a morir. La primera línea de la salud son mis héroes».
El adiestrado de los “Chillanejos”, no aguantó las ganas y, tras recuperarse, decidió volver a Ñublense para seguir peleando el liderato de la Primera B, aunque eso no le gustó mucho a su familia. «Mi mamá me agarró a chuchadas, mi hermana me dijo que cómo se me ocurría ir. Pero bueno, me estaban esperando los jugadores, no cachaban mi gravedad. Yo tenía la necesidad de contarles mi historia, de lo que viví, que estuve a un paso de la muerte».
El entrenador está de vuelta y ahora seguirá luchando para recuperar la punta de la Primera B que le fue arrebatada por Rangers de Talca. Eso sí, Ñublense tiene cuatro partidos menos que los “Rojinegros”, por lo que un triunfo lo dejaría nuevamente en la cima.
Fotografía: www.redgol.cl / Agencia Uno