El Estadio Maracaná es reconocido por su imponencia y su historia. Los equipos que tienen la oportunidad de jugar en este estadio mítico, ya sea por su nombre o por cualquier otro motivo, parecen siempre estar en desventaja. El ambiente condiciona y genera un respeto que a veces dificulta que las ideas fluyan con naturalidad. En el último partido, Racing salió a la cancha sin complejos, demostrando un gran mérito por parte de Costas al darle el verdadero valor a la versión actual del Flamengo. A pesar de que este equipo brasileño asusta más por sus nombres que por su juego en la cancha, Racing estuvo a la altura tanto táctica, emocional como futbolísticamente. A pesar de que el arquero Cambeses se destacó como un héroe en el partido, Flamengo no logró imponerse como en otras ocasiones. Sin embargo, el golpe psicológico de perder en los últimos minutos del encuentro es inevitable y afectará el ánimo del equipo, especialmente después de haber trabajado tanto para lograr un empate soñado. Racing demuestra que merece estar entre los mejores equipos de América sin sentir vergüenza. Llegaron a esta instancia mejor posicionados y ahora tienen la oportunidad de definir la serie en Avellaneda. El desafío será grande, ya que no solo necesitan ganar, sino hacerlo bajo la presión de ser considerados menos favoritos que su rival. El equipo argentino tendrá que enfrentarse a dos rivales: la presión propia del Estadio Presidente Perón y un Flamengo liberado de tensiones que puede resolver la historia en cualquier contraataque. Costas y su equipo deben superar rápidamente la decepción del final del partido y mantener la misma concentración y actitud para los segundos 90 minutos como lo hicieron en Río de Janeiro. En medio de lo positivo y lo negativo, Racing sigue vivo y con posibilidades reales de avanzar en esta emocionante semifinal. Fuente: Olé Deporte Internacional
El Estadio Maracaná es reconocido por su imponencia y su historia. Los equipos que tienen la oportunidad de jugar en este estadio mítico, ya sea por su nombre o por cualquier otro motivo, parecen siempre estar en desventaja. El ambiente condiciona y genera un respeto que a veces dificulta que las ideas fluyan con naturalidad. En el último partido, Racing salió a la cancha sin complejos, demostrando un gran mérito por parte de Costas al darle el verdadero valor a la versión actual del Flamengo. A pesar de que este equipo brasileño asusta más por sus nombres que por su juego en la cancha, Racing estuvo a la altura tanto táctica, emocional como futbolísticamente. A pesar de que el arquero Cambeses se destacó como un héroe en el partido, Flamengo no logró imponerse como en otras ocasiones. Sin embargo, el golpe psicológico de perder en los últimos minutos del encuentro es inevitable y afectará el ánimo del equipo, especialmente después de haber trabajado tanto para lograr un empate soñado. Racing demuestra que merece estar entre los mejores equipos de América sin sentir vergüenza. Llegaron a esta instancia mejor posicionados y ahora tienen la oportunidad de definir la serie en Avellaneda. El desafío será grande, ya que no solo necesitan ganar, sino hacerlo bajo la presión de ser considerados menos favoritos que su rival. El equipo argentino tendrá que enfrentarse a dos rivales: la presión propia del Estadio Presidente Perón y un Flamengo liberado de tensiones que puede resolver la historia en cualquier contraataque. Costas y su equipo deben superar rápidamente la decepción del final del partido y mantener la misma concentración y actitud para los segundos 90 minutos como lo hicieron en Río de Janeiro. En medio de lo positivo y lo negativo, Racing sigue vivo y con posibilidades reales de avanzar en esta emocionante semifinal. Fuente: Olé Deporte Internacional