07/05/2025 - 16:27hs CLT Por Javiera López Godoy Román Burruchaga acaba de hacer ruido en el circuito ATP y no solo por su tenis. El joven argentino de 23 años, hijo del mítico Jorge Burruchaga -el mismo que le dio a Argentina el gol del triunfo en la final del Mundial de 1986-, acaba de firmar su mejor victoria como profesional en el Masters 1000 de Roma . En su debut absoluto en un torneo de esta categoría, Burruchaga no solo llegó desde la qualy, sino que además derrotó en sets corridos al local Lorenzo Sonego, número 44 del mundo. Aunque el apellido remite de inmediato al fútbol y a la gloria de aquel mítico Estadio Azteca, Roman optó por el tenis. De chico también jugó fútbol, pero se inclinó por el deporte blanco, donde su carrera va poco a poco tomando vuelo. Su primer gran hito fue en febrero pasado, cuando venció a Diego Schwartzman en Córdoba con su padre en las gradas. Y no es un padre cualquiera: Jorge Burruchaga manejó más de 600 kilómetros solo para verlo ganar. “Obvio que le dije que viniera, es mi papá”, contó Roman hijo. Esta semana en Roma, Roman no solo rompió su techo personal: también dejó claro que tiene hambre de seguir creciendo. El triunfo ante Sonego le entregó 30 puntos ATP y un boleto a segunda ronda, donde enfrentará al ruso Karen Khachanov. Burruchaga lleva el apellido de un campeón del mundo, pero ahora empieza a escribir su propia historia. Fuente: Redsport Tenis
07/05/2025 - 16:27hs CLT Por Javiera López Godoy Román Burruchaga acaba de hacer ruido en el circuito ATP y no solo por su tenis. El joven argentino de 23 años, hijo del mítico Jorge Burruchaga -el mismo que le dio a Argentina el gol del triunfo en la final del Mundial de 1986-, acaba de firmar su mejor victoria como profesional en el Masters 1000 de Roma . En su debut absoluto en un torneo de esta categoría, Burruchaga no solo llegó desde la qualy, sino que además derrotó en sets corridos al local Lorenzo Sonego, número 44 del mundo. Aunque el apellido remite de inmediato al fútbol y a la gloria de aquel mítico Estadio Azteca, Roman optó por el tenis. De chico también jugó fútbol, pero se inclinó por el deporte blanco, donde su carrera va poco a poco tomando vuelo. Su primer gran hito fue en febrero pasado, cuando venció a Diego Schwartzman en Córdoba con su padre en las gradas. Y no es un padre cualquiera: Jorge Burruchaga manejó más de 600 kilómetros solo para verlo ganar. “Obvio que le dije que viniera, es mi papá”, contó Roman hijo. Esta semana en Roma, Roman no solo rompió su techo personal: también dejó claro que tiene hambre de seguir creciendo. El triunfo ante Sonego le entregó 30 puntos ATP y un boleto a segunda ronda, donde enfrentará al ruso Karen Khachanov. Burruchaga lleva el apellido de un campeón del mundo, pero ahora empieza a escribir su propia historia. Fuente: Redsport Tenis