No todos los tenistas que participan en Wimbledon tienen una situación financiera estable. Algunos, como el japonés Taro Daniel (158° en el ranking), llegan al torneo con la esperanza de poder cubrir sus gastos básicos. A pesar de que muchos lo recuerdan por su victoria sobre Andy Murray en el Abierto de Australia 2022, la realidad actual del tenista de 32 años es mucho menos glamorosa de lo que parece. En una entrevista con el Financial Times, Daniel admitió que llegó a evitar pedir aguacate en sus comidas para no gastar tres dólares extra. Los números revelados pintan un panorama desolador. Taro Daniel gana, pero no le alcanza En lo que va del año, Daniel ha obtenido alrededor de 135 mil euros en premios, equivalentes a unos 148,4 millones de pesos chilenos. A primera vista suena bien, pero cuando se considera que solo en gastos operativos (vuelos, hoteles, comida, equipo) gasta cerca de 14.700 euros al mes (16,1 millones de pesos), la situación cambia. ¿El resultado? Una deuda mensual que se acumula en su tarjeta de crédito mientras intenta mantenerse a flote en un circuito cada vez más exigente. “Es como manejar una pequeña empresa con tus empleados viajando todo el tiempo”, confesó Daniel, refiriéndose a los costos de entrenadores y fisioterapeutas, ahora indispensables incluso para competir en las clasificaciones de un Grand Slam. Wimbledon da vitrina, pero no siempre paga las cuentas Aunque acceder al cuadro principal de Wimbledon le garantizaría a Daniel 66 mil euros (72,5 millones de pesos), la realidad es que para muchos como él, esa cantidad apenas cubre una fracción de los gastos anuales. En la era del tenis espectáculo, las cifras millonarias suelen concentrarse en unos pocos nombres destacados, dejando a cientos de jugadores luchando en la sombra. Fuente: Redsport Tenis
No todos los tenistas que participan en Wimbledon tienen una situación financiera estable. Algunos, como el japonés Taro Daniel (158° en el ranking), llegan al torneo con la esperanza de poder cubrir sus gastos básicos. A pesar de que muchos lo recuerdan por su victoria sobre Andy Murray en el Abierto de Australia 2022, la realidad actual del tenista de 32 años es mucho menos glamorosa de lo que parece. En una entrevista con el Financial Times, Daniel admitió que llegó a evitar pedir aguacate en sus comidas para no gastar tres dólares extra. Los números revelados pintan un panorama desolador. Taro Daniel gana, pero no le alcanza En lo que va del año, Daniel ha obtenido alrededor de 135 mil euros en premios, equivalentes a unos 148,4 millones de pesos chilenos. A primera vista suena bien, pero cuando se considera que solo en gastos operativos (vuelos, hoteles, comida, equipo) gasta cerca de 14.700 euros al mes (16,1 millones de pesos), la situación cambia. ¿El resultado? Una deuda mensual que se acumula en su tarjeta de crédito mientras intenta mantenerse a flote en un circuito cada vez más exigente. “Es como manejar una pequeña empresa con tus empleados viajando todo el tiempo”, confesó Daniel, refiriéndose a los costos de entrenadores y fisioterapeutas, ahora indispensables incluso para competir en las clasificaciones de un Grand Slam. Wimbledon da vitrina, pero no siempre paga las cuentas Aunque acceder al cuadro principal de Wimbledon le garantizaría a Daniel 66 mil euros (72,5 millones de pesos), la realidad es que para muchos como él, esa cantidad apenas cubre una fracción de los gastos anuales. En la era del tenis espectáculo, las cifras millonarias suelen concentrarse en unos pocos nombres destacados, dejando a cientos de jugadores luchando en la sombra. Fuente: Redsport Tenis