Grande de Primera B al borde del colapso financiero

Eric Ahumada habló con AS sólo horas después de anunciar su retiro del fútbol. Con 31 años, el zaguero inició su carrera en Cobreloa y vivió buenas temporadas entre el 2014 y el 2017, pero por diversos motivos no pudo concretar todo lo que prometía.

“No tenía pensado retirarme ahora, pero me quedé sin club. Estuve en Rengo en los últimos tres meses del 2024 y pensé que jugando en Segunda División Profesional iba a tener una opción ahora, pero se me complicó. Los equipos que me querían no me daban las condiciones para estar tranquilo”, contó en la primera parte de la conversación.

Ahora, repasó dos momentos que pudieron cambiar su carrera.

- En su mejor momento, ¿tuvo ofrecimientos de equipos importantes?

Soné en hartas partes, hasta en el Elche de España. (Marcelo) Trobbiani, quien en ese entonces era DT en Cobreloa, es Dios allá y tenía contactos, pero no pasó nada.

- ¿Y de algún grande de Chile?

Estuve a punto de llegar a la Universidad de Chile. Ese paso era un plus para mi carrera, pero las condiciones que ofrecían eran las mismas que yo tenía en Cobreloa, así que desistí. Luego tuve la fractura y se cerraron casi todas las puertas. Igual después me compró Huachipato y me fui; andaban bien, eran un equipo que empezó a invertir, pero nunca pude debutar. Me apartaron del plantel, así que fue un proceso complicado y tuve que acudir al Sifup para salir.

- Nunca se manejó con representantes conocidos; ¿siente que eso conspiró contra su carrera?

Siempre fui fiel a mis creencias y no quise ser partícipe de esto de los representantes. Tuve la opción con algunos que manejan clubes grandes; le hice el quite y nunca pensé que eso me podía perjudicar. Ahora que mi carrera iba retrocediendo creo son un mal necesario porque son dueños de clubes y sólo entran jugadores de sus agencias; los que no estamos en esos grupos vamos quedando afuera.