Exjugador campeón con la U se retira a los 31 años
La Universidad de Chile conquistó una nueva estrella en el campeonato nacional hace 21 años, junto a uno de sus grandes refuerzos, el volante argentino Ezequiel Amaya. Amaya llegó a los azules en la temporada 2003 y, aunque solo estuvo una temporada en el equipo, fue parte de la obtención del título de apertura en 2004.
El jugador argentino se formó en Independiente de Avellanada y luego de dos temporadas en Nueva Chicago, arribó a Chile para unirse a la Universidad de Chile. Tras su paso por el equipo chileno, Amaya dio el salto a la liga de Catar, donde jugó en el Al-Sadd, además de pasar por clubes como Barcelona SC, Tiro Federal, Mineros, Olimpo y Almagro.
En una entrevista con AS, Amaya, quien se retiró del fútbol a los 31 años, habló sobre su vida a los 47 años tras alejarse de las canchas.
“La verdad fue muy linda. Llegué de la mano de Víctor Hugo Castañeda, con su cuerpo técnico, y eran gente con muchos códigos. Encontré un grupo muy bueno y siempre me sentí muy cómodo”.
Tras su retiro del fútbol profesional, Amaya reveló que continuó jugando en su ciudad natal Cañada de Gómez, provincia de Santa Fe. Además, se embarcó en inversiones inmobiliarias con un amigo en módulos tipo vivienda (casas prefabricadas).
Amaya mencionó: “En realidad soy un inversor que tiene una rentabilidad y no mucho más que eso. No le dedico tanto tiempo, ya que estoy más abocado a mi familia. Tengo una hija muy chiquita de un año y meses, así que esa es mi prioridad en la actualidad”.
“Me hubiese gustado poder haber estado más tiempo y jugar la Copa Libertadores después que fuimos campeones, pero sabía que no iba a tener mucha afinidad con el cuerpo técnico”.
Sobre su decisión de retirarse del fútbol a temprana edad, Amaya comentó: “Yo soy un poco un bicho raro, en realidad me gusta mucho el fútbol, me gusta jugarlo, pero había situaciones que no iban conmigo. Se dio también que empecé a perder esas ganas de competir y se fueron achicando los lugares a donde ir”.
Finalmente, Amaya optó por radicarse en su pueblo natal alejado del mundo del fútbol: “Estoy a 400 kilómetros de Buenos Aires, alejado de todo y disfruto de los fines de semana poder comer un asadito, ir a pescar o jugar al fútbol con amigos”.
Ezequiel Amaya jugó en la U de Chile durante la temporada 2004.
Fuente: Redgol Primera División