El partido de eliminatorias del Mundial 2026 entre Italia e Israel en Udine estuvo marcado por un clima tenso desde antes del pitazo inicial. Parte de los 10.000 espectadores presentes abucheó el himno israelí. Por su parte, el centenar de hinchas de la selección visitante intentó cubrir los silbidos con aplausos y cánticos. Afuera del estadio, miles de manifestantes propalestinos se concentraron en las calles de Udine para protestar contra lo que calificaron como el genocidio en Gaza, a pesar del alto al fuego vigente. La policía montó un operativo masivo con 1.000 efectivos, helicópteros y drones, manteniendo a los manifestantes alejados del estadio y asegurando que la jornada se desarrollara sin incidentes dentro del campo. La capacidad del estadio, habitual de 25.000 localidades, se redujo a 16.000 por seguridad, y finalmente se vendieron 10.000 entradas. Miles de personas se manifestaron a favor de Palestina y contra la participación de Israel en competiciones internacionales. Banderas y pancartas marcaron la jornada, mientras algunos lanzaron bengalas y objetos hacia la policía. El operativo de seguridad fue extremo: controles estrictos, drones, unidades caninas y negocios cerrados durante gran parte del día. Solo 10.000 espectadores pudieron ingresar al BluEnergy Stadium, dejando el estadio a medio llenar. Gennaro Gattuso destacó el esfuerzo de los hinchas y pidió respeto hacia los manifestantes. La organización Comité para Palestina en Údine, convocante de la protesta, informó de la presencia de 15.000 manifestantes, mientras que las autoridades locales cifraron el seguimiento en 10.000. La policía resguardó locales, bares y establecimientos cercanos al estadio. Fuente: Olé Deporte Internacional
En la sexta fecha del Grupo I de las Eliminatorias Europeas, Noruega aplastó a Israel con un contundente 5-0, liderados por el talentoso Erling Haaland. Sin embargo, la celebración se vio empañada por incidentes polémicos que hicieron referencia al conflicto en Gaza. Desde antes del partido, el clima era tenso. Afuera del estadio Ullevaal en Oslo, fanáticos locales marcharon con banderas de Palestina en un gesto de solidaridad con el país en conflicto. La tensión se intensificó al inicio del encuentro cuando una bandera palestina y un trapo con la frase let children live fueron exhibidos en las tribunas, mientras los hinchas noruegos abucheaban el himno de Israel. La controversia no terminó ahí. Durante el juego, un hincha invadió el campo con una remera que pedía free Gaza, generando más controversia en un partido que debía ser solo de fútbol. Una vez finalizado el encuentro, las manifestaciones a favor de Palestina continuaron afuera del estadio, culminando en un enfrentamiento con la policía. Los agentes reprimieron a los manifestantes con gases lacrimógenos y detuvieron a varios hinchas noruegos. Fuente: Olé Deporte Internacional
En el partido entre Noruega e Israel, Erling Haaland tuvo dos oportunidades de abrir el marcador con penales consecutivos, pero ambos fueron errados por el delantero. En el tercer minuto, tras una polémica falta dentro del área israelí, Haaland falló su primer intento al ser tapado por el portero Daniel Peretz. Tras una repetición por adelantamiento del guardameta, Haaland volvió a fallar su segundo penal. La tensión se mantuvo hasta el minuto 27, cuando Alexander Sorloth asistió a Haaland para que este marcara un gol imparable y pusiera el marcador 1-0 a favor de Noruega contra Israel. Fuente: Olé Deporte Internacional
El Bluenergy Stadium de Udine será escenario este martes de algo más que un simple partido de fútbol. Italia recibirá a Israel por las Eliminatorias europeas, pero lo que debería ser una fiesta deportiva se ha convertido en un operativo de seguridad sin precedentes en el país transalpino. La tensión geopolítica del Medio Oriente ha cruzado el Mediterráneo y llegó hasta el norte de Italia, transformando un encuentro futbolístico en un evento de máxima alerta. Las autoridades italianas no se andan con medias tintas. El prefecto de Udine, Domenico Lione, firmó una ordenanza clasificando el partido como de altísimo riesgo, activando el nivel 4 de alerta, el máximo disponible en el protocolo de seguridad italiano. ¿La razón? Además del complejo contexto internacional, existe temor a la infiltración de grupos violentos que puedan aprovechar el evento para generar disturbios. Las medidas son tan estrictas que parecen sacadas de una película de espías. Durante todo el día del partido, desde las 8 hasta la 24, estará prohibida la venta de bebidas en envases de vidrio, cerámica o lata en los comercios cercanos al estadio. Más aún: bares y restaurantes deberán retirar sus terrazas, mesas, sillas y macetas de la vía pública para evitar que puedan ser utilizadas como armas improvisadas. Es el nivel de paranoia al que se ha llegado. El clima será surrealista, como lo definió el propio entrenador de Israel, Gennaro Gattuso. Y no es para menos: de los 25.000 asientos disponibles, apenas se han vendido menos de 5.000 entradas. El estadio lucirá prácticamente vacío, pero no porque falte interés en el fútbol, sino por el miedo palpable que rodea al evento. En contraste con las tribunas desiertas, las fuerzas del orden estarán presentes en masa. Alrededor de 1.000 agentes de seguridad procedentes de toda la región del Triveneto (Veneto, Trentino-Alto Adigio y Friuli-Venecia Julia) se desplegarán en la ciudad. Al menos dos helicópteros sobrevolarán el área, mientras que dispositivos anti-terrorismo detectarán armas y explosivos en un perímetro de un kilómetro alrededor del estadio. Una auténtica zona roja en pleno territorio italiano. Uno de los aspectos más controversiales es la presencia confirmada de agentes del Mossad, el temido servicio de inteligencia israelí. Aunque el Ministerio del Interior italiano se apresuró a desmentir que hubiera autorizado oficialmente su ingreso, fuentes confirman que, como ocurre en todos los eventos de relevancia que involucran ciudadanos israelíes en el extranjero, el Mossad enviará a sus operativos. Para Israel, este partido es una cuestión de seguridad nacional innegociable. La delegación israelí se alojará en una ubicación ultrasecreta y, en lugar de aterrizar en el aeroporto más cercano a Udine, llegará a través de Venecia o incluso desde Eslovenia. Durante toda su estancia en Italia, el equipo estará escoltado y vigilado las 24 horas del día. Como si el operativo de seguridad no fuera suficientemente tenso, está confirmada una manifestación que pedirá la cancelación del partido. Los organizadores han convocado a una concentración que será canalizada por el centro de la ciudad, manteniéndose a distancia del estadio. La protesta refleja el malestar de sectores de la sociedad italiana que consideran inapropiado recibir a la selección israelí en el contexto actual del conflicto en Medio Oriente. Este nivel de seguridad no tiene precedentes para un partido de la selección italiana. Ni siquiera el año pasado, cuando Italia enfrentó a Israel también en Udine, se desplegó un dispositivo semejante. La elección estratégica de esta ciudad periférica y difícil acceso facilita el control y reduce los riesgos. Lo que ocurrirá el martes en Udine será mucho más que fútbol. Será un termómetro de la tensión global, un recordatorio de que en el mundo actual ni siquiera el deporte puede escapar de la sombra de los conflictos internacionales. Fuente: Olé Deporte Internacional
El entrenador Gennaro Gattuso expresó su preocupación por la situación en Gaza a solo una semana de enfrentar a Israel en las Eliminatorias. En una conferencia de prensa, manifestó: Rompe el corazón ver lo que les sucede a los niños y a las personas inocentes. Italia se prepara para dos importantes compromisos por la clasificación al Mundial 2026. El sábado se enfrentará a Estonia y tres días después recibirá a Israel en Udine. Sin embargo, más allá del calendario deportivo, el foco está puesto en las tensiones fuera del campo. Diversas organizaciones y sectores en Italia han pedido que el partido contra Israel no se juegue, en solidaridad con el pueblo palestino. El fin de semana pasado, miles de manifestantes marcharon por varias ciudades italianas y un grupo se acercó al predio de entrenamiento en Florencia para pedir la cancelación del encuentro. Las autoridades han confirmado un operativo de seguridad reforzado ante posibles protestas dentro y fuera del estadio. A pesar de las presiones, Gattuso afirmó: Debemos jugar, de lo contrario perderíamos los puntos. Sin embargo, reconoció que le hubiera gustado disputar el partido en casa para evitar el clima tenso que rodea al encuentro con Israel. Italia se encuentra en la segunda posición del grupo eI con 9 puntos, empatando con Israel y a seis unidades del líder, Noruega. A pesar de la presión deportiva por clasificar al Mundial, el partido del martes representa mucho más que tres puntos: es un símbolo incómodo entre la obligación competitiva y la conciencia social. En la última doble fecha FIFA, Italia logró importantes victorias sobre Estonia e Israel. Gattuso celebró los triunfos pero también reconoció las debilidades del equipo: Nos quedamos con una victoria fundamental, pero somos unos locos. Tenemos que mejorar porque somos demasiado frágiles. Necesitamos trabajar en la solidez defensiva. Entre los destacados en los partidos recientes se encuentran Mateo Retegui y Politano, quienes tuvieron un papel crucial en las victorias italianas. Gattuso elogió el desempeño de los jugadores y destacó la importancia de mantener la concentración para seguir avanzando en la clasificación. Fuente: Olé Deporte Internacional
El partido de eliminatorias del Mundial 2026 entre Italia e Israel en Udine estuvo marcado por un clima tenso desde antes del pitazo inicial. Parte de los 10.000 espectadores presentes abucheó el himno israelí. Por su parte, el centenar de hinchas de la selección visitante intentó cubrir los silbidos con aplausos y cánticos. Afuera del estadio, miles de manifestantes propalestinos se concentraron en las calles de Udine para protestar contra lo que calificaron como el genocidio en Gaza, a pesar del alto al fuego vigente. La policía montó un operativo masivo con 1.000 efectivos, helicópteros y drones, manteniendo a los manifestantes alejados del estadio y asegurando que la jornada se desarrollara sin incidentes dentro del campo. La capacidad del estadio, habitual de 25.000 localidades, se redujo a 16.000 por seguridad, y finalmente se vendieron 10.000 entradas. Miles de personas se manifestaron a favor de Palestina y contra la participación de Israel en competiciones internacionales. Banderas y pancartas marcaron la jornada, mientras algunos lanzaron bengalas y objetos hacia la policía. El operativo de seguridad fue extremo: controles estrictos, drones, unidades caninas y negocios cerrados durante gran parte del día. Solo 10.000 espectadores pudieron ingresar al BluEnergy Stadium, dejando el estadio a medio llenar. Gennaro Gattuso destacó el esfuerzo de los hinchas y pidió respeto hacia los manifestantes. La organización Comité para Palestina en Údine, convocante de la protesta, informó de la presencia de 15.000 manifestantes, mientras que las autoridades locales cifraron el seguimiento en 10.000. La policía resguardó locales, bares y establecimientos cercanos al estadio. Fuente: Olé Deporte Internacional
En la sexta fecha del Grupo I de las Eliminatorias Europeas, Noruega aplastó a Israel con un contundente 5-0, liderados por el talentoso Erling Haaland. Sin embargo, la celebración se vio empañada por incidentes polémicos que hicieron referencia al conflicto en Gaza. Desde antes del partido, el clima era tenso. Afuera del estadio Ullevaal en Oslo, fanáticos locales marcharon con banderas de Palestina en un gesto de solidaridad con el país en conflicto. La tensión se intensificó al inicio del encuentro cuando una bandera palestina y un trapo con la frase let children live fueron exhibidos en las tribunas, mientras los hinchas noruegos abucheaban el himno de Israel. La controversia no terminó ahí. Durante el juego, un hincha invadió el campo con una remera que pedía free Gaza, generando más controversia en un partido que debía ser solo de fútbol. Una vez finalizado el encuentro, las manifestaciones a favor de Palestina continuaron afuera del estadio, culminando en un enfrentamiento con la policía. Los agentes reprimieron a los manifestantes con gases lacrimógenos y detuvieron a varios hinchas noruegos. Fuente: Olé Deporte Internacional
En el partido entre Noruega e Israel, Erling Haaland tuvo dos oportunidades de abrir el marcador con penales consecutivos, pero ambos fueron errados por el delantero. En el tercer minuto, tras una polémica falta dentro del área israelí, Haaland falló su primer intento al ser tapado por el portero Daniel Peretz. Tras una repetición por adelantamiento del guardameta, Haaland volvió a fallar su segundo penal. La tensión se mantuvo hasta el minuto 27, cuando Alexander Sorloth asistió a Haaland para que este marcara un gol imparable y pusiera el marcador 1-0 a favor de Noruega contra Israel. Fuente: Olé Deporte Internacional
El Bluenergy Stadium de Udine será escenario este martes de algo más que un simple partido de fútbol. Italia recibirá a Israel por las Eliminatorias europeas, pero lo que debería ser una fiesta deportiva se ha convertido en un operativo de seguridad sin precedentes en el país transalpino. La tensión geopolítica del Medio Oriente ha cruzado el Mediterráneo y llegó hasta el norte de Italia, transformando un encuentro futbolístico en un evento de máxima alerta. Las autoridades italianas no se andan con medias tintas. El prefecto de Udine, Domenico Lione, firmó una ordenanza clasificando el partido como de altísimo riesgo, activando el nivel 4 de alerta, el máximo disponible en el protocolo de seguridad italiano. ¿La razón? Además del complejo contexto internacional, existe temor a la infiltración de grupos violentos que puedan aprovechar el evento para generar disturbios. Las medidas son tan estrictas que parecen sacadas de una película de espías. Durante todo el día del partido, desde las 8 hasta la 24, estará prohibida la venta de bebidas en envases de vidrio, cerámica o lata en los comercios cercanos al estadio. Más aún: bares y restaurantes deberán retirar sus terrazas, mesas, sillas y macetas de la vía pública para evitar que puedan ser utilizadas como armas improvisadas. Es el nivel de paranoia al que se ha llegado. El clima será surrealista, como lo definió el propio entrenador de Israel, Gennaro Gattuso. Y no es para menos: de los 25.000 asientos disponibles, apenas se han vendido menos de 5.000 entradas. El estadio lucirá prácticamente vacío, pero no porque falte interés en el fútbol, sino por el miedo palpable que rodea al evento. En contraste con las tribunas desiertas, las fuerzas del orden estarán presentes en masa. Alrededor de 1.000 agentes de seguridad procedentes de toda la región del Triveneto (Veneto, Trentino-Alto Adigio y Friuli-Venecia Julia) se desplegarán en la ciudad. Al menos dos helicópteros sobrevolarán el área, mientras que dispositivos anti-terrorismo detectarán armas y explosivos en un perímetro de un kilómetro alrededor del estadio. Una auténtica zona roja en pleno territorio italiano. Uno de los aspectos más controversiales es la presencia confirmada de agentes del Mossad, el temido servicio de inteligencia israelí. Aunque el Ministerio del Interior italiano se apresuró a desmentir que hubiera autorizado oficialmente su ingreso, fuentes confirman que, como ocurre en todos los eventos de relevancia que involucran ciudadanos israelíes en el extranjero, el Mossad enviará a sus operativos. Para Israel, este partido es una cuestión de seguridad nacional innegociable. La delegación israelí se alojará en una ubicación ultrasecreta y, en lugar de aterrizar en el aeroporto más cercano a Udine, llegará a través de Venecia o incluso desde Eslovenia. Durante toda su estancia en Italia, el equipo estará escoltado y vigilado las 24 horas del día. Como si el operativo de seguridad no fuera suficientemente tenso, está confirmada una manifestación que pedirá la cancelación del partido. Los organizadores han convocado a una concentración que será canalizada por el centro de la ciudad, manteniéndose a distancia del estadio. La protesta refleja el malestar de sectores de la sociedad italiana que consideran inapropiado recibir a la selección israelí en el contexto actual del conflicto en Medio Oriente. Este nivel de seguridad no tiene precedentes para un partido de la selección italiana. Ni siquiera el año pasado, cuando Italia enfrentó a Israel también en Udine, se desplegó un dispositivo semejante. La elección estratégica de esta ciudad periférica y difícil acceso facilita el control y reduce los riesgos. Lo que ocurrirá el martes en Udine será mucho más que fútbol. Será un termómetro de la tensión global, un recordatorio de que en el mundo actual ni siquiera el deporte puede escapar de la sombra de los conflictos internacionales. Fuente: Olé Deporte Internacional
El entrenador Gennaro Gattuso expresó su preocupación por la situación en Gaza a solo una semana de enfrentar a Israel en las Eliminatorias. En una conferencia de prensa, manifestó: Rompe el corazón ver lo que les sucede a los niños y a las personas inocentes. Italia se prepara para dos importantes compromisos por la clasificación al Mundial 2026. El sábado se enfrentará a Estonia y tres días después recibirá a Israel en Udine. Sin embargo, más allá del calendario deportivo, el foco está puesto en las tensiones fuera del campo. Diversas organizaciones y sectores en Italia han pedido que el partido contra Israel no se juegue, en solidaridad con el pueblo palestino. El fin de semana pasado, miles de manifestantes marcharon por varias ciudades italianas y un grupo se acercó al predio de entrenamiento en Florencia para pedir la cancelación del encuentro. Las autoridades han confirmado un operativo de seguridad reforzado ante posibles protestas dentro y fuera del estadio. A pesar de las presiones, Gattuso afirmó: Debemos jugar, de lo contrario perderíamos los puntos. Sin embargo, reconoció que le hubiera gustado disputar el partido en casa para evitar el clima tenso que rodea al encuentro con Israel. Italia se encuentra en la segunda posición del grupo eI con 9 puntos, empatando con Israel y a seis unidades del líder, Noruega. A pesar de la presión deportiva por clasificar al Mundial, el partido del martes representa mucho más que tres puntos: es un símbolo incómodo entre la obligación competitiva y la conciencia social. En la última doble fecha FIFA, Italia logró importantes victorias sobre Estonia e Israel. Gattuso celebró los triunfos pero también reconoció las debilidades del equipo: Nos quedamos con una victoria fundamental, pero somos unos locos. Tenemos que mejorar porque somos demasiado frágiles. Necesitamos trabajar en la solidez defensiva. Entre los destacados en los partidos recientes se encuentran Mateo Retegui y Politano, quienes tuvieron un papel crucial en las victorias italianas. Gattuso elogió el desempeño de los jugadores y destacó la importancia de mantener la concentración para seguir avanzando en la clasificación. Fuente: Olé Deporte Internacional