Italia preocupada por seguridad en Eliminatorias contra Israel
El Bluenergy Stadium de Udine será escenario este martes de algo más que un simple partido de fútbol. Italia recibirá a Israel por las Eliminatorias europeas, pero lo que debería ser una fiesta deportiva se ha convertido en un operativo de seguridad sin precedentes en el país transalpino.
La tensión geopolítica del Medio Oriente ha cruzado el Mediterráneo y llegó hasta el norte de Italia, transformando un encuentro futbolístico en un evento de máxima alerta.
Las autoridades italianas no se andan con medias tintas. El prefecto de Udine, Domenico Lione, firmó una ordenanza clasificando el partido como de "altísimo riesgo", activando el nivel 4 de alerta, el máximo disponible en el protocolo de seguridad italiano. ¿La razón? Además del complejo contexto internacional, existe temor a la infiltración de grupos violentos que puedan aprovechar el evento para generar disturbios.
Las medidas son tan estrictas que parecen sacadas de una película de espías. Durante todo el día del partido, desde las 8 hasta la 24, estará prohibida la venta de bebidas en envases de vidrio, cerámica o lata en los comercios cercanos al estadio. Más aún: bares y restaurantes deberán retirar sus terrazas, mesas, sillas y macetas de la vía pública para evitar que puedan ser utilizadas como armas improvisadas. Es el nivel de paranoia al que se ha llegado.
El clima será "surrealista", como lo definió el propio entrenador de Israel, Gennaro Gattuso. Y no es para menos: de los 25.000 asientos disponibles, apenas se han vendido menos de 5.000 entradas. El estadio lucirá prácticamente vacío, pero no porque falte interés en el fútbol, sino por el miedo palpable que rodea al evento.
En contraste con las tribunas desiertas, las fuerzas del orden estarán presentes en masa. Alrededor de 1.000 agentes de seguridad procedentes de toda la región del Triveneto (Veneto, Trentino-Alto Adigio y Friuli-Venecia Julia) se desplegarán en la ciudad.
Al menos dos helicópteros sobrevolarán el área, mientras que dispositivos anti-terrorismo detectarán armas y explosivos en un perímetro de un kilómetro alrededor del estadio. Una auténtica zona roja en pleno territorio italiano.
Uno de los aspectos más controversiales es la presencia confirmada de agentes del Mossad, el temido servicio de inteligencia israelí. Aunque el Ministerio del Interior italiano se apresuró a desmentir que hubiera autorizado oficialmente su ingreso, fuentes confirman que, como ocurre en todos los eventos de relevancia que involucran ciudadanos israelíes en el extranjero, el Mossad enviará a sus operativos.
Para Israel, este partido es una cuestión de seguridad nacional innegociable. La delegación israelí se alojará en una ubicación ultrasecreta y, en lugar de aterrizar en el aeroporto más cercano a Udine, llegará a través de Venecia o incluso desde Eslovenia. Durante toda su estancia en Italia, el equipo estará escoltado y vigilado las 24 horas del día.
Como si el operativo de seguridad no fuera suficientemente tenso, está confirmada una manifestación que pedirá la cancelación del partido. Los organizadores han convocado a una concentración que será canalizada por el centro de la ciudad, manteniéndose a distancia del estadio.
La protesta refleja el malestar de sectores de la sociedad italiana que consideran inapropiado recibir a la selección israelí en el contexto actual del conflicto en Medio Oriente.
Este nivel de seguridad no tiene precedentes para un partido de la selección italiana. Ni siquiera el año pasado, cuando Italia enfrentó a Israel también en Udine, se desplegó un dispositivo semejante. La elección estratégica de esta ciudad periférica y difícil acceso facilita el control y reduce los riesgos.
Lo que ocurrirá el martes en Udine será mucho más que fútbol. Será un termómetro de la tensión global, un recordatorio de que en el mundo actual ni siquiera el deporte puede escapar de la sombra de los conflictos internacionales.
Fuente: Olé Deporte Internacional