Con 24 Grand Slams y una carrera legendaria, cuesta imaginar que Novak Djokovic alguna vez pensó en dejarlo todo.
Pero en 2018, el serbio estuvo literalmente a un paso del retiro. Hundido por las lesiones y una racha de derrotas inusuales, vivió una crisis profunda que lo llevó a decirle a su equipo: “No doy más”.
El colapso Novak Djokovic
Djokovic venía arrastrando molestias en el codo desde el año anterior. En el Australian Open cayó en cuarta ronda y luego sumó derrotas dolorosas ante Taro Daniel e incluso Benoit Paire.
Ya sin Andre Agassi en su staff, reunió a su equipo y a su esposa, Jelena, y lanzó la bomba. “Estoy listo para dejar el tenis. No quiero seguir. Edoardo (su agente), dile a mis sponsors que pueden irse si quieren”, dijo muy seguro.
Su esposa lo relató así años después: “Nos dijo que ya no quería jugar, que no soportaba más. Lloramos todos”.
La familia que lo rescató
Lo que vino después fue inesperado. Durante unas vacaciones en República Dominicana, Jelena empezó a llevar a sus hijos a la cancha a jugar por diversión. Al tercer día, Novak apareció, se unió al juego, pidió una raqueta, y lentamente, sin presión, volvió a sentir placer por golpear una pelota.
Cuando menos lo esperaban, él mismo llamó a su exentrenador Marian Vajda y le pidió volver a entrenar.
Lo que viene después ya se conoce. Djokovic volvió renovado y ganó 12 Grand Slams más. Lo que pocos sabían era que todo eso estuvo a un suspiro de no ocurrir.
Ahora, en otro momento difícil de su carrera, en que los rumores sobre su posible retiro se hacen mucho más reales que años atrás, es importante recordar que incluso los más grandes dudan.
Fuente: Redsport Tenis
