Alfaro mantiene invicto en Paraguay tras vencer a Uruguay
Desde que asumió el mando de la selección de Paraguay a mediados de 2024, Gustavo Alfaro ha transformado a la Albirroja en lo que él mismo describe como "Cazadores de utopías imposibles". Con experiencia, convicción y una notable capacidad para transmitir ideas, el entrenador argentino ha logrado revitalizar a un equipo que se encontraba golpeado, sin rumbo y con la autoestima por los suelos. La reciente victoria por 2-0 ante Uruguay, con goles de Matías Galarza Fonda y Enciso, no solo fue un paso clave en el camino hacia el Mundial, sino también una muestra del carácter y la solidez que ha adquirido este equipo bajo su dirección. Con este triunfo, la Albirroja extendió su racha invicta a nueve partidos sin conocer la derrota.
El punto de inflexión se dio durante la Copa América disputada en Estados Unidos, donde Paraguay fue eliminado en la fase de grupos tras caer 1-2 ante Costa Rica. A pesar de este revés, Alfaro lideró una reestructuración integral que revitalizó al equipo tanto a nivel futbolístico como emocional. El entrenador reorganizó piezas, consolidó liderazgos, recuperó jugadores relegados y apostó por jóvenes con hambre y personalidad. Esta transformación se reflejó en una mayor energía competitiva, un mayor orden táctico y una clara identidad de juego.
El buen desempeño comenzó con un empate 0-0 ante Uruguay en Montevideo por las Eliminatorias. A partir de ese momento, Paraguay ganó confianza y logró resultados sorprendentes: una victoria 1-0 frente a Chile, un empate sin goles ante Ecuador, un triunfo 2-1 sobre Argentina y empates 2-2 ante Colombia y Bolivia. Estos resultados demostraron el carácter y temple del equipo bajo la dirección de Alfaro.
El invicto no es solo una estadística: es el reflejo de una profunda transformación. Alfaro ha logrado que la selección paraguaya recupere su identidad combativa y se modernice en su propuesta futbolística. El equipo ahora presiona alto, juega con intensidad y no renuncia al ataque incluso frente a potencias. La comunión entre cuerpo técnico y plantel es evidente, al igual que el respaldo de los aficionados que han vuelto a ilusionarse con un equipo comprometido.
Con esta última victoria ante Uruguay, Paraguay está a un paso de asegurar su clasificación al Mundial. Si logra ganar el próximo partido, sellará su boleto a la cita máxima manteniendo el estilo impuesto por Alfaro: el de aquellos que sueñan en grande incluso cuando persiguen utopías imposibles.
Fuente: Olé Deporte Internacional