Philip Mulryne: de promesa del Manchester United a sacerdote
El ex futbolista Philip Mulryne, con pasado en la Premier League, ha dado un giro inesperado en su vida al convertirse en sacerdote. Esta sorprendente historia de transformación demuestra cómo los caminos del destino pueden llevarnos por senderos inesperados.
La carrera de Mulryne comenzó en 1997 en las divisiones formativas del Manchester United, debutando posteriormente en el primer equipo junto a figuras como Paul Scholes, David Beckham y Ryan Giggs bajo la dirección de Sir Alex Ferguson. A pesar de su talento, la feroz competencia en el equipo le impidió brillar en Old Trafford.
Tras pasar por el Norwich City y la selección mayor de Irlanda del Norte, Mulryne se vio obligado a retirarse prematuramente a los 30 años debido a lesiones. Este acontecimiento marcó el inicio de su camino hacia la religión, culminando en su ordenación como sacerdote dominico en 2017.
En sus propias palabras, Mulryne describe su transformación: "Durante ese año, descubrí mi verdadera vocación y mi fe nuevamente. El tiempo que estuve ayudando a alcohólicos anónimos y trabajando en un centro para personas sin hogar. Reconocí en estos hombres rotos a personas que tenían una dignidad tremenda. Me mostraron el egoísmo que existía en mi como futbolista y me llevaron a darme cuenta de que cuanto más nos entregamos a los demás, somos más verdaderamente humanos. Ver a Jesús en esos hombres es lo que verdaderamente me cambió".
La decisión de Mulryne no fue tomada a la ligera. Durante sus últimos años como futbolista profesional, comenzó a cuestionar el vacío existencial que sentía a pesar del éxito económico y el reconocimiento público. Las lesiones que marcaron el final de su carrera le brindaron tiempo para la introspección y acercamiento a la fe católica.
Hoy día, Philip Mulryne sirve activamente en labores pastorales en Irlanda del Norte como sacerdote dominico, siendo fuente de inspiración para muchos jóvenes que buscan encontrar un propósito más profundo en sus vidas. Su testimonio resuena especialmente en una región marcada por décadas de conflicto religioso y social, demostrando que nunca es tarde para seguir el llamado del corazón.
Fuente: Olé Deporte Internacional