Razones de la ruptura entre Leo y Luis Enrique
En mayo de 2014, el Barcelona experimenta cambios significativos. Tras una temporada 2013/2014 decepcionante con Gerardo Martino, Luis Enrique, un reconocido exjugador de fútbol español, asume el cargo de director técnico a sus 44 años. Con experiencia en el Real Madrid, Barcelona, la selección española y pasos por equipos como el Barsa B, la Roma y el Celta de Vigo, Luis Enrique llega con nuevas ideas y estrategias para revitalizar al equipo.
Con la llegada del nuevo entrenador, se producen cambios significativos en el club. Dos figuras importantes como Cesc Fábregas y José Manuel Pinto abandonan el Barcelona, generando un impacto en el vestuario y especialmente en la relación con Lionel Messi. Mientras la salida de Pinto era esperada debido a su edad y rol en el equipo, la partida de Fábregas sorprendió a muchos. El jugador expresó: “Antes de la temporada llamé a Zubizarreta y, por su respuesta, sentí que les hacía un favor marchándome”. Así, Fábregas continúa su carrera en el Chelsea.
Posteriormente, se produce otro hecho que sacude al vestuario: la rescisión del contrato de Josep Maria “Txema” Corbella, un utilero histórico del Barsa con 32 años de trayectoria en el club. Esta decisión genera malestar entre los jugadores, especialmente Leo Messi, quien se ve afectado por los cambios internos.
La tensión aumenta cuando se revela que Luis Enrique solicitó apartar a Pepe Costa del primer equipo, lo que impactó negativamente en Messi y otros jugadores clave. Esta situación desencadena conflictos entre Messi y Luis Enrique durante las prácticas y partidos, llegando a un punto crítico donde las diferencias se hacen evidentes públicamente.
A pesar de los desacuerdos iniciales, con el tiempo la relación entre Messi y Luis Enrique evoluciona positivamente. Juntos logran éxitos deportivos significativos para el Barcelona, incluyendo títulos importantes como la Liga, la Copa del Rey y la Champions League.
Tras varios episodios conflictivos y momentos de tensión, finalmente Messi y Luis Enrique logran superar sus diferencias y construir una relación sólida que culmina en triunfos deportivos memorables para el Barcelona. El respeto mutuo se refleja en su encuentro actual en Inter Miami vs. Paris Saint Germain por los octavos de final del Mundial de Clubes.