Alemania pierde histórica racha tras derrota con Eslovaquia
La derrota de Alemania en Bratislava ante Eslovaquia no fue un simple traspié, sino un golpe que deja una marca profunda. El 2-0 encajado en la primera fecha de las eliminatorias significó el final de una racha imponente que tenía el conjunto alemán en las eliminatorias mundialistas.
La selección cuatro veces campeona del mundo perdió un logro que tenía marcado como uno de los grandes: su invicto en las eliminatorias en condición de visitante. Acumulaba 51 partidos, compuesta por 41 victorias y 10 empates que parecían haber blindado a Alemania en este tipo de escenarios. Pero en la noche eslovaca todo se derrumbó. El equipo de Julian Nagelsmann nunca pudo imponer condiciones, se mostró incómodo desde el inicio y fue dominado por un rival que jugó con determinación, intensidad y eficacia.
Nada funcionó en Alemania: la presión alta se diluyó con facilidad, el mediocampo perdió presencia y los hombres llamados a marcar la diferencia estuvieron lejos de su nivel habitual. Florian Wirtz no encontró espacios, Nick Woltemade se mostró desconectado y Serge Gnabry pasó inadvertido en los últimos metros. La producción ofensiva fue escasa y, a la vez, la defensa padeció casi cada ataque rival, sufriendo la velocidad y precisión de los locales.
Más allá del golpe en la tabla de posiciones, lo más resonante es que se cortó una seguidilla que parecía eterna. El invicto cayó en Bratislava y dejó al descubierto fragilidades que no se veían desde hace mucho tiempo. Alemania, acostumbrada a caminar con paso firme en estas instancias, recibió un llamado de atención que abre interrogantes sobre su solidez y la necesidad de reaccionar rápido para no complicar el camino rumbo al Mundial.
Fuente: Olé Deporte Internacional